domingo, 2 de junio de 2013

Jeff the Killer - Go to sleep

Jeff y su familia tuvieron que mudarse a un nuevo vecindario ya que su padre había obtenido una promoción de trabajo y pensaron que sería mejor irse a vivir en uno de esos vecindarios "lujosos".
Jeff y su hermano Liu no podían quejarse. Una casa nueva y mejor, ¿Por qué no alegrarse? 
Cuando estaban desempacando, uno de sus vecinos vino. 

- Hola - saludó la vecina - Soy Bárbara, vivo en su misma calle. Bueno, sólo quería presentarme a mí y a mi hijo. Jeff fue donde estaba su madre. 
- Mamá, ¿por qué nos invitaste a una fiesta para niños? Por si no te habías dado cuenta, no soy un niño tonto.
Ella se giró y le dijo a su hijo:
- Jeff - dijo su mamá - Nos acabamos de mudar aquí, tenemos que pasar tiempo con nuestros nuevos vecinos. Ahora, vas a ir a esa fiesta y punto.
Escuchó a su madre llamándolo para recoger sus cosas y el bajó para recogerlas y organizarlas. 
Al día siguiente, Jeff bajó las escaleras para desayunar y prepararse para ir a la escuela. Cuando se sentó en la mesa para comer, sintió de nuevo ese sentimiento y esta vez era más fuerte y le dio un leve tirón de dolor, pero lo rechazó de nuevo. Cuando él y Liu terminaron de desayunar, caminaron a la estación de bus y se sentaron a esperar y, de repente, unos niños en skate saltaron encima de ellos, sólo unos cuantos centímetros por encima de sus piernas y ambos se sobresaltaron de la sorpresa. 
El chico aterrizó y fue hacia ellos, pisó su skate y lo agarró con su mano, parecía de doce años, un año menor que Jeff. Usaba jeans rasgados y una camisa de Aeropostal.
- Vaya, vaya, vaya. Parece que tenemos nueva carne.
- Y yo - dijo el primer niño - Soy Randy. Ahora, para todos los niños del vecindario, hay una pequeña tarifa que hay que pagar, si ustedes lo entienden.
- Escúchame, mocoso, devuélvele la billetera a mi hermano o... - Randy guardó la billetera en su bolsillo y sacó su cuchillo -.
- ¿o qué? ¿Qué vas a hacer?
- Jeff, ¿Cómo...? 
Al día siguiente, escuchó alguien tocar la puerta y fue a abrir y encontró dos policías en la puerta. Su madre lo vio y parecía enojada. 
- Jeff, estos policías me contaron que atacaste a tres chicos. No era una pelea normal, ellos fueron apuñalados. ¡Apuñalados, hijo!
- Hijo - dijo uno de los policías - Encontramos tres niños, dos fueron apuñalados y uno tenía un moratón en el estómago y tenemos testigos que aseguran que huiste de la escena. Ahora, ¿qué nos dice de eso?
- Hijo, llama a tu hermano.
- Señor, fui... Fui yo quien los golpeó, Liu intentó retenerme, pero no pudo detenerme.
- Bien, niño, esto parece un año en Juvy...
- ¡Esperen! - dijo Liu, todos lo vieron y estaba sosteniendo un cuchillo. Los policías sacaron sus armas y apuntaron a Liu - Fui yo, yo golpeé a esos pequeños mocosos. Tengo marcas para probarlo.
- Hijo, baja el cuchillo - dijo el oficial. Liu soltó el cuchillo y lo dejó caer al suelo, levantó sus manos y caminó a los oficiales -.
- No, Liu. ¡Fui yo! ¡Yo lo hice! - las lágrimas corrían por las mejillas de Jeff -.
- Huh, pobre hermano, tratando de culparse por lo que hice. En fin, llévenme.
- Liu, ¡diles que fui yo! ¡Fui yo quien agredió esos niños!
- Jeff, por favor, no tienes que mentir. Ya sabemos que fue Liu, ya puedes parar.
- Hijo, ¿qué pasa? 
Después de una hora más o menos, Jeff entró a la casa, viendo que sus padres estaban conmocionados y decepcionados. Jeff no podía verlos. No podía ver cómo pensaban que había sido Liu cuando no era su culpa. Él sólo se fue a dormir, intentando quitar todos los pensamientos de su cabeza. 
- Jeff, hoy es el día - dijo mientras abría las cortinas, dejando la luz fluir en el cuarto -.
- ¿Qué? ¿Qué día es hoy? - preguntó mientras se estiraba -.
- Hoy es el cumpleaños de Billy.
- Mamá, debes estar bromeando, ¿verdad? No esperes que vaya a una fiesta de niños después de... Hubo una larga pausa. 
- Jeff, ambos sabemos lo que pasó, creo que esta fiesta sería lo más positivo que nos ha pasado estos días, ahora vístete. 
Él agarró una camisa al azar, unos jeans y bajó las escaleras. Vio a sus padres vestidos en traje y pensó "¿Por qué vestirse tan elegante para ir a una fiesta de niños?".
- Hijo, ¿eso es todo lo que vas a usar? - preguntó su madre -.
- Es mejor que usar demasiado - respondió él -.
- Ahora Jeff, ve y vuélvete a vestir, así no puedes ir si quieres causar buena impresión - dijo su padre -.
- ¡No tengo nada elegante que ponerme! - gritó en las escaleras -.
- ¿Vas a usar eso? - dijeron sus padres. Su madre vio su reloj.
- Los niños están en el jardín, Jeff, ¿qué tal si vas con ellos y haces amigos? - dijo Bárbara. 
Jeff fue al jardín, que estaba lleno de niños que estaban vestidos de vaqueros y disparándose con pistolas de plástico. Él también hubiera podido estar con ellos jugando. De repente un niño le dio una pistola de juguete y un sombrero. 
- ¿Quieres jugar? - le preguntó -.
- Porfa - le dijo -.
- Está bien" - dijo Jeff -.
- Jeff, ¿verdad? - dijo él - Tenemos un asunto pendiente - Jeff vio su nariz rota -.
- Creo que estamos a mano, yo te partí la cara y tú mandaste a mi hermano a JDC.
La rabia se reflejaba en los ojos de Randy. 
- ¿Necesitas ayuda?
- ¡Vamos Jeff! ¡Pelea! - Randy lo tiró a la cocina y vio una botella de vodka y rompió la botella en la cabeza de Jeff - ¡Pelea! - le gritó de nuevo y lo tiró a la sala -.
- ¡Vamos Jeff! ¡Mírame! - Jeff levantó la mirada con la cara chorreando sangre - ¡Fui yo quien envió a tu hermano a JDC! ¿Ahora vas a sentarte y dejarlo pudrirse allá por un año? ¡Deberías estar avergonzado.
Ahora todo el mundo miraba a Jeff. Los padres, los niños, incluso Troy y Keith, pero después ambos apuntaron con sus pistolas a Jeff, él vio que las armas lo apuntaban y corrió a las escaleras 
mientras corría Keith y Troy disparaban, pero cada disparo fallaba. Jeff subió las escaleras y escuchó que Keith y Troy estaban tras él y cuando ellos gastaron sus balas, Jeff entró al baño agarró la percha de las toallas y la arrancó de la pared. Troy y Keith entraron cuchillo en mano. 
Troy blandió su cuchillo hacia Jeff, el cual retrocedió y le tiró la percha de la toalla en la cara a Troy y él cayó fuertemente y ahora sólo quedaba Keith. Él era más ágil que Troy y se agachó cuando Jeff le tiró una toalla. Keith dejó caer el cuchillo y agarró a Jeff por el cuello y lo estrelló contra la pared. Algo de cloro de una repisa les cayó encima a los dos y empezaron a gritar. 
Jeff se limpió los ojos como pudo, agarró la percha de la toalla y golpeó directo a la cabeza de Keith. Mientras él estaba tendido en el suelo, sangrando, sonrió siniestramente. 
- ¿Qué es tan gracioso? - preguntó Jeff -. 
- Lo que es divertido - dijo Keith - Es que estás cubierto de cloro y alcohol.
Cuando Jeff despertó, tenía la cara envuelta de vendas, no podía ver nada, pero sentía vendas rodeando su hombro y suturas por todo el cuerpo. Intentó ponerse de pie, pero de dio cuenta de que tenía algunos tubos en sus brazos, y cuando intentó levantarse, cayó y una enfermera se apresuró a ir con él. 
- Aún no puedes salir de la cama - le dijo mientras lo acomodaba de nuevo en la cama y le volvía a insertar los tubos -.
- Cariño, ¿estás bien? - le preguntó -.
Las siguientes dos semanas fue visitado por su familia y después llegó el día de removerle las vendas. Toda su familia estaba allí para verlo, cómo se vería. Cuando los doctores quitaban las vendas de su cara, todos estaban sentados al borde de sus sillas. Esperaron a que removieran la última venda casi por completo. 
- Esperemos lo mejor - dijo el médico -.
La madre de Jeff gritó al ver su cara, Liu y su padre estaban conmocionados por lo mismo. 
- ¿Qué? ¿Qué le pasa a mi cara? - preguntó Jeff -. 
- Jeff, - dijo Liu - no es tan malo...
- ¿No es tan malo? - dijo Jeff - ¡Es perfecto! 
- Uh... Jeff... ¿Estás bien?
- ¿Bien? ¡Nunca me sentí tan feliz! Ha ha ha ha ha ha, mírenme. ¡Esta cara va perfectamente conmigo!
- Doctor - dijo la madre de Jeff - Mi hijo... ¿Está bien? Ya sabe... Con su cabeza.
- Oh, si, este comportamiento es normal en los pacientes que han tomado grandes cantidades de analgésicos. Si su comportamiento no cambia en unas semanas, tráiganlo de nuevo para hacerle un test psicológico. 
- Gracias, doctor - dijo ella -. 
- Ok, mami, ¡ha ha haa! 
- Esto es con lo que llegó - dijo una dama en el escritorio -. 
- Jeff, ¿qué estás haciendo? - preguntó su madre -.
Jeff vio a su madre. 
- No podía seguir sonriendo, mami, me dolió por un momento. Ahora podré sonreír para siempre.
- Jeff... ¡Tus ojos! 
- No podía ver mi cara tampoco, me cansé y mis ojos se cerraban. Quemé mis párpados, así que ahora podré ver para siempre... Mi nueva cara.
- Sí, hijo - dijo ella - Sí, lo eres... Déjame ir por tu padre, para que pueda ver tu cara.


- Billy, estos son los nuevos vecinos - Billy dijo hola y corrió a jugar a su jardín -.
- Bien - dijo la mamá de Jeff - Yo soy Margaret y este es mi esposo, Peter, y estos son mis dos hijos, Jeff y Liu.
Ellos dos se presentaron y luego Bárbara los invitó al cumpleaños de su hijo. Jeff y su hermano estaban a punto de protestar hasta que su madre dijo que les encantaría ir. Cuando terminaron de desempacar, 
Jeff intentó hablar pero se mordió la lengua sabiendo que no podía hacer nada. Cuando su mamá decía algo era así y punto. Subió a su cuarto y se desplomó en su cama, se sentó mirando al techo cuando de repente, tuvo un sentimiento extraño, no era dolor pero... Era bastante raro. Resolvió que sólo era un sentimiento al azar y que no le prestaría atención. 

- Hey, ¿qué demonios?
Y de repente, aparecieron dos niños más, uno era muy delgado y otro era enorme.
- Bien, ya que son nuevos aquí, me gustaría presentarnos. El de allá es Keith - Jeff y Liu vieron al niño delgado, tenía cara de atontado - Y ese es Troy - Vieron al niño gordo, hablando de una bola de grasa, pareciera que no hubiera hecho ejercicio desde que gateaba -.
Liu se puso de pie listo para golpear a los chicos cuando uno de ellos sacó un cuchillo.
- Tsk tsk tsk, esperaba que fueran más cooperativos, pero al parecer tendremos que hacerlo de la manera difícil.
El niño caminó hacia Liu y le sacó la billetera del bolsillo. Jeff tenía ese sentimiento de nuevo, esta vez si era fuerte, un sentimiento que ardía. Se puso de pie, pero Liu le hizo un gesto de que se sentara, Jeff lo ignoró y caminó hacia el niño 
Apenas terminó la frase y Jeff le partió la nariz. A lo que Randy se llevó las manos a la cara, Jeff le agarró la muñeca y se la rompió. Randy gritó y Jeff agarró el cuchillo de su mano. Troy y Keith se lanzaron hacia Jeff, pero él fue más rápido y tiró a Randy al piso. Keith se le tiró encima pero Jeff se agachó y lo apuñaló en el brazo. Keith soltó el cuchillo y cayó al piso gritando. Troy se lanzó contra él también pero Jeff ni siquiera necesitó el cuchillo, lo golpeó en el estómago y Troy cayó. Liu no pudo hacer nada más que mirar asombrado a Jeff. 
Fue lo único que dijo. Vieron el bus acercarse y supieron que iban a ser culpados de todo, así que salieron corriendo lo más rápido que pudieron, mientras corrían, vieron que el conductor del bus corría hacia Randy y los otros. Cuando Jeff y Liu llegaron a la escuela no se atrevieron a contar lo que había pasado, lo único que hicieron fue sentarse y escuchar. Liu pensaba que Jeff había golpeado unos cuantos niños, pero Jeff sabía que era mucho más que eso. Eso era algo... Aterrador, mientras lo sentía sabía cuan poderoso era, era el simple impulso de lastimar a alguien. No le gustaba cómo sonaba, pero tampoco se ayudaba sintiéndose feliz. Sintió el sentimiento esfumarse mientras estaba en clases, incluso cuando caminaba a casa debido a todo lo sucedido en la parada del bus, sabía que no podría tomar el bus de nuevo, se sentía feliz. Cuando llegó a casa, sus padres le preguntaron cómo había sido su día, él dijo en una voz algo siniestra "Fue un día maravilloso".

Jeff miró al suelo, demostrándole a su madre que era cierto. 
- Mamá, ellos fueron los que sacaron los cuchillos. 
Jeff sabía que nada que dijera serviría, hubiera podido decir que Liu y él habían sido atacados primero, pero no había prueba que lo demostrara. No podían decir que no estaban huyendo, porque lo estaban, así que Jeff no podía defender a Liu o a sí mismo. 
Jeff no podía, ya que fue él quien golpeó a los chicos. 
El policía miró a su compañero, y ambos asintieron. 
Él levantó las mangas de su camisa para revelar cortes y contusiones, como si hubiera peleado. 
El policía metió a Liu en el auto policial. 
La madre de Jeff puso sus manos en sus hombros. 
Jeff vió sin esperanzas cómo el carro aceleraba con Liu dentro. Unos minutos después, el papá llegó al umbral de la casa, viendo la cara de Jeff y sabiendo qué pasaba. 
Jeff no pudo responder, sus cuerdas vocales estaban tensas de tanto llorar. En su lugar, su madre le contó las malas noticias mientras Jeff lloraba en la entrada. 

Pasaron dos días, sin una palabra de Liu en JDC. No había amigos con quienes salir, sólo tristeza y culpa. Así fue hasta el sábado, cuando Jeff fue despertado por su madre, con una cara de radiante felicidad. 
Salió del cuarto y bajó las escaleras para alistarse. 
Tuvo la sensación de que su madre le estaba gritando y lo escondía detrás de una sonrisa. 
Jeff gruñó y regresó a su cuarto. 
- Sólo ponte algo - dijo su madre -.
Jeff miró en su armario por algo que podría ser elegante. Encontró unos pantalones negros que usaba en ocasiones especiales y una camiseta para ir con otra cosa. Buscó y sólo encontró camisas a rayas, nada que pudiera ir con pantalones que él llevaba. Hasta que encontró una sudadera con capucha blanca y se la puso. 
- Oh, no, no hay tiempo, vámonos - dijo ella mientras conducía a Jeff y su padre a la puerta -.
Cruzaron la calle hacia la casa de Bárbara y Billy. Tocaron la puerta y apareció Bárbara. 
Estaba como sus padres, un poco exagerada con lo del vestido. Cuando entraron, Jeff no vio niños sino adultos. 
- Ah, no, niño, estoy muy viejo para esas cosas. 
El niño lo miró con cara de cachorro triste. 
Se puso el sombrero y fingió dispararle a los demás niños. Al principio pensó que era realmente ridículo pero empezó a divertirse. No era tan genial, pero al menos lo distraía del tema de Liu por primera vez y estuvo jugando un rato, hasta que escucho un sonido, un raro sonido ondulante y algo lo golpeó. Randy, Keith y Troy habían saltado la cerca en sus skates. Jeff tiró el sombrero y la pistola. Randy miraba a Jeff con odio ardiente. 
Oh, no, no estamos a mano, yo voy ganando. Pudiste habernos pateado el trasero una vez, pero no hoy.
Apenas dijo esto y se tiró encima de Jeff. Ambos cayeron al suelo. Randy golpeó a Jeff en la nariz y Jeff lo agarró de las orejas y le dio un cabezazo. Luego lo empujó para quitárselo de encima y ambos se pusieron de pie. Los niños gritaban y los padres corrían fuera de la casa. Troy y Keith sacaron pistolas de sus bolsillos. 
- ¡No interrumpan o habrá sangre! - dijeron -.
Randy sacó un cuchillo y apuñaló a Jeff en el hombro, él gritó y cayó sobre sus rodillas. Randy empezó a patearlo en la cara. Después de tres patadas Jeff lo agarró de los pies y los torció, haciendo que Randy cayera al suelo. Jeff se puso de pie y caminó a la puerta trasera pero Troy lo agarró. 
Agarró a Jeff de la capucha y lo tiró al jardín. Cuando intentó levantarse lo patearon de nuevo. 
Randy empezó a patearlo repetidas veces hasta que Jeff empezó a toser sangre. 
Jeff empezó a levantarse. 
- Oh, al fin te vas a levantar y pelear.
Ahora Jeff estaba de pie, con la cara llena de sangre y vodka. De nuevo tenía ese extraño sentimiento el cual había olvidado por un tiempo. 
- ¡Finalmente estás de pie! - dijo Randy y fue hacia Jeff -.
Ahí fue donde pasó, algo dentro de Jeff estalló. Su mente estaba destruida, todo pensamiento racional se había ido, todo lo que podía hacer era matar. Agarró a Randy y lo tiró al piso, luego empezó a golpearlo en el corazón hasta matarlo. 
Keith sacó un encendedor y lo prendió. 
Los ojos de Jeff se abrieron de par en par cuando Keith le lanzó el encendedor. Apenas el fuego hizo contacto con él, las llamas se expandieron con el alcohol y mientras el vodka lo hacía arder, el cloro le blanqueaba la piel. Jeff dejó escapar un horrible grito cuando las llamas lo envolvieron. Intentó rodar para apagar el fuego pero fue inútil, el alcohol lo hizo convertirse en un infierno andante. Corrió por el pasillo y cayó por las escaleras. Todos gritaron cuando vieron a Jeff vuelto un hombre de llamas. Cayó al suelo, casi muerto y lo último que vio fue su madre y otros padres intentando extinguir el fuego y ahí perdió el conocimiento.
 
Jeff se sentó, no tenía visión ni idea de qué le sucedía. Después de unas horas, escuchó a su madre. 
Jeff no podía contestar, tenía la cara cubierta de vendas así que no podía hablar.
- Oh, cariño, tengo excelentes noticias. Después de todo, los testigos le dijeron a los policías que Randy trató de atacarte, así que decidieron dejar libre a Liu.
Esto hizo que Jeff casi saltara, pero no lo hizo recordando que tenía un tubo en el brazo. 
- Él va a salir mañana y los dos podrán estar juntos de nuevo - abrazó a Jeff y se despidió -. 

Rápidamente sacó la venda, dejando que las demás se cayeran por entre la cara de Jeff. 
Salió de la cama y corrió al baño. Se miró al espejo y vio la causa de la angustia. Su cara era... Era horrible. Sus labios estallaron quedando en una sombra de rojo profundo, su cara se volvió  completamente blanca y su cabello cambió de castaño a negro. Lentamente se tocó la cara. Tuvo unos sentimientos superficiales por esto. Miró a su familia y luego al espejo. 
Toda su familia estaba igual de sorprendida. Jeff empezó a reír incontrolablemente. Sus padres se dieron cuenta de que su ojo izquierdo y su mano tenían tics. 
No podía dejar de reír. Se acarició la cara sintiéndola, mirándose al espejo. 
¿Cuál fue la causa? Bien, podrán recordar que, cuando Jeff peleaba con Randy, algo en su mente, en su salud, estalló dejando un asesino loco. Esto sus padres no lo sabían. 
Fue a donde estaba Jeff. 
- Jeff, cariño, es hora de irse. 
Jeff se vió de lejos en el espejo, su cara aún tenía una sonrisa maniática. 
Su madre lo tomó de los hombros y los condujo afuera para darle su ropa. 
La mamá de Jeff miró los pantalones negros y la capucha blanca que usó su hijo, que ahora estaban limpias y cosidas. Llevó a su hijo a su cuarto del hospital y le hizo cambiarse de ropa. 
Luego se fueron, sin saber que ese era su último día. 
Esa noche, la madre de Jeff fue despertada por un sonido que provenía del baño, como el de alguien llorando. Caminó lentamente para ver qué era. Cuando vio en el baño vio una horrible escena. Jeff había tomado un cuchillo y había tallado una sonrisa en sus mejillas. 
Su madre notó que sus ojos estaban rodeados de negro. 
Sus ojos al parecer nunca se cerraban. 
Su madre empezó a caminar hacia atrás lentamente, viendo que su hijo se volvía demente. 
- ¿Qué pasa, mami? ¿No me veo hermoso?
Ella corrió al cuarto y despertó a su esposo.
- Cariño, ve por el arma, nosotros... - se detuvo al ver a Jeff en la puerta, sosteniendo un cuchillo -.
- Mami, mentiste. 
Y eso fue lo último que escucharon antes de que Jeff se abalanzara sobre ellos con el cuchillo. 
Su hermano Liu despertó, sobresaltado por algún sonido. No oyó nada más, así que volvió a cerrar sus ojos. Cuando estaba al borde del sueño, tuvo la extraña sensación de que alguien lo observaba, miró arriba antes de que la mano de Jeff le tapara la boca. Lentamente levantó el cuchillo, listo para enterrarlo en Liu. Liu pateó y golpeó aquí y allá tratando de escapar del agarre de Jeff. 
- Shh - dijo Jeff - Sólo ve a dormir.


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